Hablar de El Principito no es solo hablar de una obra literaria que forma parte de la memoria colectiva; es hablar de derechos, registros y licencias que pueden variar según el uso que quieras darle.
En Caravanserai acompañamos a quienes desean trabajar con esta obra, para que cada paso se realice con seguridad y dentro del marco legal correspondiente.
Uno de los aspectos más importantes es el registro de marca. Si el nombre El Principito o alguno de sus personajes está registrado, será necesario asegurarse de que la licencia cubra la clase de productos o servicios en los que quieras trabajar.
Conviene entender la diferencia entre el dominio público y la marca registrada. Aunque la obra literaria haya pasado a dominio público en varios países, las marcas siguen vigentes y pueden limitar el uso de ciertos nombres o imágenes. Lo mismo sucede con ilustraciones o diseños que, pese a provenir de un texto en dominio público, están protegidos como marcas o creaciones independientes.
Cada jurisdicción tiene sus propias reglas en materia de propiedad intelectual. El plazo de protección de derechos, los requisitos formales y las excepciones pueden cambiar de un país a otro. Por eso, si tu proyecto contempla la venta internacional, la licencia debe estar adaptada a esos territorios específicos.
En Caravanserai prestamos especial atención a evitar vulneraciones coincidentes. En ocasiones, un tercero ya tiene una licencia vigente para determinadas clases de productos o para un territorio concreto, lo que significa que cualquier acuerdo nuevo debe ser compatible y no entrar en conflicto con derechos ya concedidos.
Nuestro objetivo es ofrecer un acompañamiento cercano y experto, ayudándote a navegar entre marcas registradas, licencias internacionales y posibles limitaciones legales, para que tu proyecto con El Principito se desarrolle de manera sólida, creativa y, sobre todo, legítima.
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